23.7.08

Verano en Asturias y playa de Merón

Aquellos cuyo estado de felicidad depende de una de las variables aleatorias menos predecibles, suelen ser los que peor disfrutan de las vacaciones. Está claro que el problema fundamental radica en la meteorología, que en Asturias es completamente variable de una semana a otra. Tan pronto hace calor como frío, una mañana sale el sol y al día siguiente, o quizás ya de tarde, comience a orbayar. Puede que esa semana haya una tormenta de verano y no deje de llover en dos días. De modo que la mentalidad ha de ser completamente diferente a la de ir a veranear a ... pongamos Valencia.

Hay dos tipos de colectivos que se ven más perjudicados por los cambios climatológicos.

En primer lugar los turistas. En realidad, si un sevillano se viene a Asturias a veranear, probablemente venga con una idea de verano muy distinta a la que tendría si se fuera a Málaga. Probablemente por esa misma razón, haya escogido el paraíso natural por excelencia para pasar unos días en agosto... Huyen del mundanal ruido de las ciudades pero sobretodo, se alejan un poco de máximas de temperatura superiores a los 40 grados y descubren que hay vida más allá de la salita de estar, en la calle, entre las 12 y las 16 del mediodía. Sí, hay un lugar en España en la que se puede vivir sin aire acondicionado y en donde el sol no brilla con tanta fuerza que provoca alergia en la mayoría de las pieles sensibles ... Y si no fuera así, estarían muy equivocados en el planteamiento. El problema viene de raíz. Así le pasó a una farmaceútica de Castellón que se vino a Asturias a pasar unas semanas, hace un par de años (tal y como ella me contó) y a los 4 días, del mal tiempo que les había hecho, decidieron volver a sus casas antes de lo convenido. Allá ellos si no han encontrado alternativas atractivas a la de tumbarse al sol para incrementar su moreno. Y lo digo porque alternativas hay unas cuantas. Luego sigo con esto.

En segundo lugar los autóctonos inconformistas (no todos, por supuesto, pero sí un puñao de ellos). Son aquellos que más allá de desear días de sol para poder aprovecharlos e ir a la playa a descansar, se amargan y se consumen dentro de su trágico destino. Aquellos que salen por la mañana a la ventana y se vuelven a la cama si no encuentran un día totalmente despejado, que ven corrompido su verano por el manto de nubes que cubre el cielo y por la aparición intermitente de pequeñas gotas de agua. Son distintos puntos de vista, todos respetables, eso sí, pero discutibles. Es una nimiedad que en el fondo puede, en casos extremos, incluso suponer la diferencia entre un espíritu insatisfecho y uno completamente lleno.

La cuestión reside en buscar la parte positiva. Sin un excesivo calor, la temperatura acompaña a los trabajadores que salen de sus casas sin muchas ganas o a los estudiantes que están preparando el MIR, las oposiciones o los exámenes de septiembre. También es propicio para las personas mayores o para los deportistas o los caminantes que pasan por Asturias haciendo el camino de Santiago.

Cierto es que, pese a todo, no debe de quedar mucha gente que no disfrute cuando sale un rayo de sol o que no esté toda la semana con la toalla dentro del coche esperando un día que toque bueno para correr a la playa a aprovecharlo. Yo soy la primera de esas. Una cosa no quita la otra

A lo que voy, aunque ya muchos de vosotros habreis captado la idea que quiero transmitir: Si estás de vacaciones y en Asturias... Al mal tiempo buena cara. No hay un modo más recomendable para combatir la crisis.

¿Alternativas? Todas. Descenso del Sella en piragüa, senderismo, rutas en quad, casas rurales en pequeños pueblos, gastronomía en cualquier rincón, por ejemplo, parrochinas en Cudillero. Y si no lloviera, no viviriamos en un lugar tan lleno de verde y de bosques.

Esto viene a cuento de que con el tema de que un día hace sol y otro no, un día tiras pa rodiles y al siguiente investigas nuevas carreteras. Esta tarde tocó la ruta de Gijón - Villaviciosa. Y dimos a parar en la playa del Merón.


Cada uno que juzgue. Según mi opinión la playa es bonita y no está muy sucia. No hay salvamento y el acceso es muy malo, tan malo que ni siquiera hay acceso. Lo que hay son unas piedras enormes por las que pasar para llegar a la arena. Hay aparcamiento pero la carretera está completamente descuidada y es un poco peligrosa. Conclusión, que no le venía mal un poco de cariño.