Este blog ha estado ausente durante más de un mes, época que ha coincidido con las vacaciones de muchos de sus lectores, de modo que he decidido mal-llamar a este periodo como "el parón tipìcamente vacacional del mes de agosto".
Sin embargo he de confesar que la escritora insigne de este espacio no ha tenido la ocasión de disfrutar aun de ninguno de los conceptos que se encuentran ocultos en la denominación del periodo. Quiero decir con esto que ni he estado parada, ni he tenido vacaciones, ni he me he comportado de forma típica, ni he disfrutado del mes de agosto ya que la primera quincena ha estado lloviendo y en la segunda quincena, ni me he enterado del tiempo metereológico.
Eso sí, he tenido unas merecidas vacaciones lectivas de clases y máster. A veces pienso que hago demasiadas cosas. Bueno, en realidad yo no lo pienso, me lo comentan los demás y yo asiento. Sin embargo, por lo general, ese sentimiento de sobrepasar los límites de mi capacidad, suele durar aproximadamente cinco segundos.
Haciendo un repaso de este verano, me siento contenta porque a pesar de no parar, lo he disfrutado muchisimo. Playa, montaña, rio y ciudad, aunque montaña más bien poco en realidad.
Recapitulando, bienvenidos de nuevo, al mundo al revés donde todo es lo que parece, no como en la realidad que más bien engaña. Disfruten de su merecido periodo laboral. Por mi parte, ahora que han terminado los exámenes, terminaré algunos trabajos pendientes y después, me tocará disfrutar de mis merecidas vacaciones.
Saludos a todos y a funcionar, que es infinitivo.