La semana pasada volamos a Dublin. Fueron solo 4 días y parte del tiempo lo pasamos en los aeropuertos, entre trasbordos y esperas a aviones retrasados. Para ir, fuimos hasta Londres con easyjet y desde allí, hasta Dublin, volamos con ryanair. Viendo tan de cerca la diferencia entre las dos compañías de vuelos baratos, llegamos rápido a la conclusión de que, con mucho, nos gusta más la primera. No solo por el equipaje facturado permitido (solo 15kg en ryanair frente a los 20kg de easyjet) y por las tarifas (al final suele salir más caro ryanair) sino también por el trato y la puntualidad (siempre y cuando en Asturias, el aeropuerto no esté en condiciones climatológicas adversas ni haya la más mínima y ligera capa de niebla). Seguiré ampliando este estudio comparativo en próximos viajes alrededor de Europa.
Por otra parte, en Londres son muy puñeteros. Aparte de ser los más restrictivos en cuanto al tema del equipaje de mano...
- un solo bulto, de modo que si llevas bolsas, bolsos y maletinas, solo hay una alternativa para poder pasar el control de seguridad #1, comprimirlo y optimizar el espacio para meterlo todo en el bulto más espacioso.
- máximo peso de 5kgs por bulto, y como vean que aquello pesa un poco te lo pesan dos o tres veces, en facturación, en el control #1 y en el control #2. En realidad el control #2 es más bien para preguntarte que no lleves armas de fuego, objetos cortantes o líquidos de más de 100ml.
Luego llegas al control #3, pasas el equipaje de mano y te quitas el abrigo, la ropa que pita, los pendientes por si acaso aunque sabes que no pitan, y por supuesto, ¡el cinturón!. Te coges los pantalones con una mano mientras con la otra y la boca intentas desabrochar el reloj que se te olvidó quitar, buscas una bandeja que no encuentras entre tanta ropa y gente... y pasas por el detector de cosas raras que nunca pita... excepto cuando tu pasas... "Por favor, vuelva a pasar, pero quitese los zapatos y pongase estas bolsas de plástico en los pies". Y tu lo haces como si te estuviesen pidiendo algo que haces todos los días. Te descalzas, te miras los pies y tienes un agujero en un calcetín... pero si el presidente del Banco Mundial puede, tu tambien. En cualquier caso, metes los pies y les haces un nudo a las bolsas de la frutería para que no se te caigan de la que pasas de nuevo por el detector. Sigues pitando así que dos policías o lo que sean, te cachean de arriba a abajo y luego se cansan y deciden que te dejan pasar porque parece que no tienes nada peligroso. Unas horas más tarde te das cuenta que lo que pitaban eran las llaves de la maleta.
Y todavía queda un control #4 al recoger la maleta y darte cuenta que tienes el bote de jabón y el de champú, enteros, en el bulto de mano. Así que, con la normativa en vigencia desde hace un año, te quedas sin ello porque puede que lo lleves contigo para fabricar una bomba aunque personalmente tengo cosas mejores que hacer con los geles y champues que probar su grado de explosividad. Se conoce que tampoco dejan volar con paté o queso, jijiji, si es por el peligro de hacer bombas olorosas/oloríferas, puede que sea la única medida que resulta totalmente comprensible porque no puedo imaginarme como huele la mezcla.
Yo estaba tan contenta porque había escuchado en septiembre que el Parlamento Europeo pretendía poner fín a la normativa de restricción de líquidos en el equipaje de mano. Cual no sería mi sorpresa (negativa) cuando me pongo a investigar sobre el estado de la propuesta y me entero de que la Comisión Europea no tardó ni un día en denegar la petición de la Eurocámara. Aún quedan esperanzas de que algún día, podamos llevar botellas de agua de casa para no gastar en el aeropuerto, que es muy caro, tal y como hacían nuestros antepasados .
Como conclusión, entre tantos controles de seguridad, al final, aunque no factures, o vas con 2 horas de márgen o pierdes el avión. No importa si te cuelas de esas... 100 personas sin exagerar o 1000 personas exagerando, que hay delante tuyo esperando a pasar por el control que corresponda, habra un siguiente control y el señor que parece policía (pero que en realidad no lo es) no te deja colarte aunque tengas prisa porque tienes pinta de sospechoso traficante de drogas.