19.4.08

Sobre la pérdida de los imperdibles

imperdible.

  1. adj. Que no puede perderse.

  2. m. Alfiler que se abrocha quedando su punta dentro de un gancho para que no pueda abrirse fácilmente.

A veces perder un imperdible deja de ser una paradoja y pasa a serlo el no perderlo. Cuando un objeto lleva implícita una capacidad, la capacidad corre el tremendo riesgo de poder desvirtuarse. Y esto es lo que ocurre con los im-perdibles. Pierden todo su valor cuando se pierden. ¡Qué duro es ser un imperdible y perder la cabeza en el camino hacia la tela! Yo compro imperdibles en paquetes de 20 ó de 50, ó de 100. Incluso una vez encontré un paquete de 500. Qué más da, o pierdo el paquete o los pierdo uno a uno. Pero siempre los pierdo. Y perder, por ejemplo, una aguja, no tiene la misma repercusión sobre la persona que lo pierde, porque se encuentra apoyada por el refranero popular:

Remitanse al término, "una aguja en un pajar"

Pero perder un objeto, que por definición es imposible de perder... eso no tiene explicación. Entras a formar parte del conjunto "el colmo de los colmos", de las historias ridículas y de los sin sentidos. Y dar por perdida la batalla aceptando la perdida del imperdible, es ratificar la inseguridad de lo seguro, la imperfección en lo perfecto, y en conclusión, que las paradojas...

paradojo, ja.

  1. adj. desus. paradójico.

  2. f. Idea extraña u opuesta a la común opinión y al sentir de las personas.

  3. f. Aserción inverosímil o absurda, que se presenta con apariencias de verdadera.

  4. f. Ret. Figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción.

... que las paradojas no son ideas extrañas, no son absurdos ni son contradicciones. Un tanto confuso todo.

1 comentario:

Pablo dijo...

gracias por dejarme tantos mensajes de apoyo. Ya vere si sigo, supongo qu e si, (o no). Ya nos vemos. bss
(por cierto ¿no te habia dejado un comentario parecido?)